¿Puede la infancia marcada por la violencia y el silencio convertirse en la semilla de una vida resiliente? ¿Hasta dónde el dolor puede transformarse en identidad y búsqueda de libertad? ¿Y qué significa amar, cuando lo aprendido fue miedo y soledad?
En esta novela indispensable, el joven Andrés desnuda su historia sin filtros: la niñez en Reynosa, los dolores escondidos en el silencio, la marginación, la pobreza y la necesidad de inventarse un lugar en el mundo. Entre recuerdos de familia, primeras amistades, encuentros dolorosos y despertares tempranos, se revela un testimonio íntimo y valiente.
Este libro no sólo narra heridas, también expone la capacidad de sobrevivir y reinventarse. Una memoria cruda, luminosa y provocadora, que invita a mirar de frente lo que muchas veces preferimos callar.
